Asistente de grúa? Que oficio más técnico ese, que de creativo podría tener el ayudar en el armado y operación de una grúa? Que mamera… Y dos meses en Santa Marta… Que voy a hacer en ese pueblito todo ese tiempo? Yo no estoy buscando trabajo, estoy feliz en mi vida de estudiante de francés, era lo que pasaba por mi cabeza mientras escuchaba a Zoraida hablarme de lo que iba a hacer y el dinero que había para el cargo. -Ok, ok, ok… listo va pa esa, te voy a hacer el favor.
Fue así como terminé viajando de Cali, la sucursal del cielo, a Santa Marta, de la que además del Tayrona no le encuentro mayor gracia, pero oh sorpresa! Y aca empezaron las muchas de ellas, cuando aterrizo y el chofer encargado de recogerme en el aeropuerto me dice que todavía falta una hora de recorrido, porque sí, el reality no era en Santa Marta como me lo había dicho mi amiga sino a una hora de esta via Riohacha y así fue, no iba a trabajar en la ciudad me iba pa un hotel que hace unos 20 años habrá sido uno de los mejores de la región pero que ahora tras los años y el descuido se ha venido muy a menos y de las 5 estrellas que habrá ostentado ahora solo queda el recuerdo.
Al entrar al hotel me encontré con los Suecos, estos personajes de los que el imaginario colectivo y los estereotipos nos han mostrado como unos rubios, aburridos y fríos pero que tras conocerlos este esterotipo se desmiente y que finalmente terminaron brindándome todo el afecto y calor que son capaces de dar.Tras la experiencia del primer reality no hay mucho de qué quejarme, durante los 61 días que pasé con los Suecos los aprendí a conocer y me gané el afecto de muchos de ellos al punto de crear amistades con las que no contaba, pero señoras y señores, es acá donde empieza lo bueno, tras el buen trabajo hecho con el equipo sueco y su director de fotografía inglés me promovieron al cargo de Productor Técnico del reality bajo la promesa de trabajar para los dos países siguientes, Hungria y Noruega.
Y llegaron los húngaros. Tras el conocimiento de que el país siguiente sería Hungría, Mike, el director de fotografía de los Suecos, me hacia bromas en cuanto a que me tocaría enfrentarme a mujeres con más pelos que un oso, pero lo risible del caso es que no falló en su predicción, aunque no se realmente la cantidad de pelos que ellas tengan por que prefiero mantenerme alejado de la piscina y las playas del hotel para no enfrentarme a alguna extraña aparición, debo decir que el equipo húngaro no se caracteriza por su belleza y en algunos casos por todo lo contrario.
A diferencia de los suecos, en la que todos tenían un muy buen manejo del inglés, muchos de los húngaros no pueden ni con el Hello, y esto no me ha hecho el hombre más feliz del mundo, he tenido que echar mano de mis conocimientos histriónicos y recurrir a mis clases de dirección de actores para poder comunicarme con gestos, muecas, señas, haciendo uso de casi la totalidad de mi cuerpo menos la lengua, único órgano que no me sirve para la comunicación con ellos.
Pero superados los problemas de comunicación llegan las diferencias técnicas, tener que configurar todos los equipos para la producción del reality ha sido todo un reto ya que por alguna extraña razón en Hungría la televisión de alta definición aun no funciona y se ha tenido que grabar todo en formato 4:3, cosa que pensé había quedado en el baul de los recuerdos pero que al parecer en la europa excomunista aún tiene vigencia.
Pero voy a parar por ahora, no puedo contar todo en la primera entrada del blog, ya habrá más espacio para las historias húngaras en Jose’s Paradise!
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